NADAR PARA MORIR EN LA ORILLA
Durante los libres y la clasificación se sabía que Fernando no podía hacer más que intentar quedar segundo o tercero para poder subir al podio y no dejar que Vettel se le fuera en la clasificación.
No se puede hacer más con menos y en eso Alonso es un especialista.
Sí que es verdad que esta carrera no ha sido tan fácil de ganar para el alemán como es de costumbre, esta la ha tenido que sudar mucho más para conseguir la victoria, el Safety Car salió tras un accidente de Ricciardo y la estrategia de Ferrari salió bien, metió a sus 2 pilotos en boxes, mientras que Mercedes y RedBull los mantenía en pista, durante 6 vueltas más continuó el Safety Car con los pilotos, Vettel vio como peligraba su 2º puesto pero durante las 10 vueltas siguientes desde la retirada del coche de seguridad el alemán puso tierra de por medio.
Sólo al principio de carrera pudimos soñar con ver a otro alemán por delante a Nico Rosberg que le enseñó el morro antes de la primera vuelta pero todo fue un espejismo.
Alonso por el contrario desde que el semáforo se pusiera en verde luchó por estar en los primeros puestos, arriesgando al máximo, saliéndose de la trazada, consiguiendo una de las grandes salidas que se han visto en la F1, pero consiguiendo colocarse en tercer lugar aún saliendo desde la séptima plaza.
El español volvió a exprimir al máximo su coche, volvió a demostrar que es un PILOTO de los pies a la cabeza, que con un coche sin ritmo, sin evolución, sin "nada" el es capaz de sacar lo mejor del coche y subir al segundo cajón del podio en un circuito donde la clasificación no fue buena para él.
El tercero en discordia fue el finlandés Kimi Raikkonen que consiguió subir al podio a pesar de haber tenido problemas de espalda y con también una malísima clasificación del sábado.
La anécdota del día la marcó Mark Webber que tras incendiarse su monoplaza y quedar tirado en el circuito, su amigo Fernando Alonso fue el encargado de hacer de taxista del australiano hasta el pit lane.
Sólo nos quedan 6 carreras para el final de este Mundial que salvo una catástrofe tiene un color azul, amarillo y rojo de RedBull y con himno y sabor alemán, porque Sebastian Vettel supera en 60 puntos al español, así que o demasiada mejoría para los perseguidores o empeoramiento del coche del alemán.
De momento sólo nos queda esperar hasta el próximo Gran Premio que será en Corea Yeongam el próximo 6 de octubre.
Fdo. Mª Mercedes Mateos.
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