EL "TORO" PONE CONTRA LAS
CUERDAS AL "CABALLO"
Nuevo fin de semana trepidante en uno de los circuitos más
exigentes del mundial con su trazado de ochos.
Clasificación del sábado un poco agridulce, con demasiadas
incidencias inoportunas y ambas sin penalizaciones que hacía que el español
consiguiera la sexta plaza, pero nos hacía confiar en el poder de Magic para
sacar de la chistera una salida como sólo él sabe hacer.
Pero nada más lejos de la realidad, porque en la primera
vuelta de la carrera Kimi Raikkonen un viejo conocido (nada más y nada menos
del día anterior) saca a Alonso de la pista, pincha una rueda y trompea vamos
lo que se llama un completo, haciendo que el español pierda toda oportunidad de
luchar por la carrera o al menos por subir al podio y así no ver tan cerca a su
más cercano rival Sebastian Vettel.
Con esta salida más que accidentada, con Kimi Raikkonen
sacando al asturiano y Grosjean sacando a Webber, aunque el australiano pudo
volver a pista y acabar en novena posición, Sebastian Vettel ponía pies en
polvorosa, con esas carreras que a él le encantan, corriendo en solitario y encaminándose
así a otra victoria más en su palmarés.
Massa en segunda posición nos hacía tener aún más mal cuerpo
viendo lo que el otro Ferrari estaba haciendo y haciéndonos pensar en lo que
podría haber pasado de estar el español en pista.
Gran carrera para el piloto local Kamui Kobayasi que se sube
al cajón en tercera posición y hace las delicias de la grada que se vuelcan con
su piloto coreando su nombre, aplaudiendo y demostrando que la afición nipona
no tiene nada que envidiar el al resto de los circuitos.
Los McLaren del mal el menos, Jenson Button no pudo pasar a
Kamui Kobayashi y acabó cuarto, y Lewis Hamilton con un fin de semana para
olvidar, primero porque en la clasificación erraron con el reglaje y en la
carrera con un mucho esfuerzo acabó quinto por detrás de su compañero de
equipo.
Poco más que contar de un gran premio aburrido, sin
sobresaltos ni sorpresas en la carrera, con un disgustado Fernando Alonso, que ve
como sus opciones para aventajar en más puntos a su enemigo más cercano el
alemán Vettel se desvanecían nada más ponerse el semáforo en verde y que al finalizar
este Gran Premio la ventaja tan sólo es de 4 puntos.
Ahora a esperar lo que se guarda en la manga Ferrari, que
aunque será poco esperemos que sea suficiente para no perder este campeonato
tan deseado como merecido del asturiano más internacional.
Lo que sí tenemos claro es que uno de los dos pilotos
Fernando Alonso o Sebastian Vettel será este año el tricampeón al final del
Mundial.
Nuevamente nos queda esperar para el Gran Premio de Corea
que será el próximo fin de semana, casi sin dejarnos tiempo de asimilar el
disgusto de esta carrera.
Fdo. Merche Mateos
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